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TAYARI LAB
19.09.2024

Construcción social del espacio

por: Nicolás Vallejo

Un punto fundamental de los estudios sociales, tiene que ver con el análisis de las formas en las que los humanos nos relacionamos con el espacio.

En este texto haré un recorrido por algunos de los aspectos más importantes que están implicados en dicha relación. El objetivo de este recorrido es llamar la atención de las personas que constantemente trabajan estudiando, interviniendo o acompañando a comunidades o grupos de personas.

Para empezar, cabe decir que el espacio tiene una influencia fundamental sobre los sujetos, ya que a partir de su entorno, éstos desarrollan una serie de habilidades que les permitirá sobrevivir y vivir explotando las características de este entorno. Un ejemplo de esto puede aparecer en las diferencias en las habilidades que tendrán dos niños pequeños, uno criado en un ámbito rural y el otro en un ámbito urbano. Sin embargo, esta primera disposición, no implica que estos niños no vayan a ser capaces de adquirir las habilidades necesarias para vivir su cotidianidad en otro tipo de entorno. En caso de que esto ocurriera, será el cambio de entorno el causante de la adquisición de las nuevas habilidades en cuestión. Con lo anterior en mente, no me parece problemático decir, que en una gran medida, los sujetos son determinados por las condiciones espaciales en las que se tienen que desenvolver cotidianamente.

De cualquier forma, la anterior es una observación simple y superficial, por lo que considero importante referirme a la forma en la que los humanos producimos nuestro espacio. El hecho de que exista una ciudad, que tenga avenidas, vías del tren y/o del metro, altos edificios, supermercados, etcétera, da cuenta de una forma de modificar el ambiente. Estas modificaciones tienen objetivos específicos, adaptar el espacio a las nuevas necesidades que la sociedad va generando en los sujetos ¿Tendrían nuestras ciudades grandes autopistas si nosotros no utilizáramos una gran cantidad de vehículos? Este es el primer paso y el aspecto más evidente de la forma en la que los humanos construimos el espacio que nos rodea. No obstante, no toda la construcción del espacio tiene un carácter material tan evidente.

Para este caso concreto, quiero hacer un énfasis en formas más sutiles de construcción social del espacio. Por lo tanto, quisiera referirme a lugares donde el espacio no es configurado a partir de una transformación material total. Por el contrario me referiré a lugares donde el sentido espacial se desprende de la forma en la que se organizan y se comportan los sujetos que cohabitan en él. Tal vez uno de los ejemplos más paradigmáticos es el salón de clases de una escuela (en su configuración tradicional). En primer lugar,  los estudiantes se ubican ocupando la mayor parte del salón y todos miran hacia la dirección en la que se encuentra el profesor.  En segundo lugar, mientras que los estudiantes permanecen sentados, el profesor suele estar de pie mientras explique el tema del momento. Tanto la distribución de los estudiantes y el profesor, como sus actitudes corporales dotan de un sentido simbólico al espacio, el cual se reproduce con el paso del tiempo, haciendo así que la mayoría de sujetos suela tener significaciones similares cuando piensa en un salón de clases o cuando se relaciona con él.

En un sentido similar podríamos pensar en un aeropuerto. En este lugar cada persona tiene un rol, ya sea un viajero, el personal de seguridad, las personas que atienden las tiendas del duty free, etcétera. Este rol no cambia y cada rol está ceñido a un lugar exacto dentro del aeropuerto. Eso hace que, entre otras, a fuerza de costumbre, los sujetos que se relacionan continuamente con este tipo de espacios interioricen el contenido simbólico del lugar, haciendo que, en términos generales, entiendan el funcionamiento del lugar y dependiendo de su función se relacionan de la misma forma con él.

Con todo lo anterior en mente y para empezar a concluir esta reflexión, creo que será buena idea responder a la pregunta ¿por qué preguntarse por el relacionamiento entre espacio y sujetos precisamente en este momento? La respuesta tiene varias partes: por un lado, la pandemia de Covid-19 ha cambiado la forma en la que muchas de las personas nos relacionamos con nuestros espacios; gracias a los protocolos de seguridad, han aparecido comportamientos anómalos en la forma de interactuar con los lugares en los ocasionalmente transcurre nuestra vida, ya se por cuenta del distanciamiento social, por la aparición de dispensadores de gel en ciertos puntos concretos de cada habitáculo o por la reducción de los aforos, entre otras. Por otra parte, considero que usualmente dicha relación entre sujetos y los lugares con los que se relacionan es totalmente irreflexiva y precisamente esa reflexión podría dar lugar a clases más fluidas, mejores relaciones de trabajo, menos congestión de estaciones del transporte pública, sólo por nombrar algunas. Por esto, a modo de conclusión reitero la importancia de reflexionar sobre la forma en la que nos relacionamos con cada uno de los sitios en los que transcurre nuestra cotidianidad, así como pensar en los símbolos que vamos construyendo a partir de tal interacción.

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