Estamos haciendo un experimento: invitar a gente de diferentes disciplinas a escribir sobre ellas y qué conocimiento buscan. Esperamos que este experimento crezca y se convierta en una especie de residencia de escritores. Queremos traer perspectivas frescas, ayudar a conectar ideas y que disfrutéis estas lecturas diferentes.
Nuestro primer residente es Nicolás, un antropólogo, y este es ya su sexto post:
En esta entrega, me referiré nuevamente al tema del trabajo, pero lo abordaré desde una perspectiva diferente. Como podemos recordar, en la entrega pasada me referí a los postulados de Max Weber y Karl Marx al respecto del tema. En este caso, quisiera ahondar en la relación que existe entre la labor humana y la producción de símbolos.
En este tomaré como punto de partida planteamientos del antropólogo Gilbert Durand. Para este antropólogo, la vida de los seres humanos se encuentra atravesada por diferentes símbolos que condensan significados que no pueden ser contenidos únicamente por las palabras. Sin embargo ¿cómo un objeto convencional llega a convertirse en un símbolo? Aquí es donde entra en escena el trabajo.
El ser humano lleva miles de año trabajando y en este proceso ha utilizado un sin número de herramientas y objetos. Es precisamente, en la labor que lleva a cabo que se empiezan a producir los símbolos. Cuando para un sujeto el vaso deja de ser sólo un vaso y empieza a representar la contención de líquidos, este se convierte en un símbolo.
Ahora la pregunta que podría seguir es ¿a mi de qué me sirve saber que el trabajo da lugar a los símbolos? En primer lugar, es importante resaltar que los símbolos son parte constitutiva de nuestra cotidianidad. En nuestra imaginación todo el tiempo estamos utilizando símbolos, cuando carecemos de las palabras necesarias para poder expresar una sensación, emoción o vivencia, con seguridad recurriremos a un símbolo para poder explicarnos a cabalidad; en otras palabras el símbolo es una herramienta de expresión. En ese orden de ideas, en nuestra actividad laboral diaria, al estarnos relacionando con ciertos objetos, vamos haciendo de estos objetos símbolos relacionados con significados específicos. De esta manera, podemos decir que en nuestro trabajo estamos construyendo los símbolos con los que explicamos nuestra vida, incluso a nosotros mismos.
Lo que acabo de exponer podría llegar a parecer un poco confuso, sin embargo, con el siguiente ejemplo quedará mejor explicado.
Durante un trabajo de campo con una comunidad indígena en el municipio de Sesquilé en Colombia, participé en un rito conocido como temazcal. Este rito consiste en ingresar en un habitáculo donde hay unas piedras a gran temperatura, sobre las que se vierten diversas infusiones con hierbas, con el fin de crear mucho vapor, el cual purificará el cuerpo (y la mente). Antes de iniciar el rito, estuve ayudando las personas de la comunidad a limpiar la maleza que tenía un terreno. En el trabajo de limpiar la tierra, utilicé un machete para poder cortar las ramas de las hierbas que había que quitar. Ya en medio del ritual, mientras estaba en el proceso de depuración de mi mente, una de las personas que estaba en el habitáculo conmigo me preguntó cuál era el propósito con el que asistía al rito, a lo que yo respondí “quiero que el temazcal sea como el machete con el que limpié la tierra esta mañana, pero en mi mente”.
El trabajo que realicé con el machete me permitió condensar en ese objeto el significado de la depuración. De igual forma sucede con los objetos con los que nos relacionamos en nuestro trabajo.
Para finalizar esta entrada, quisiera llamar la atención sobre otro aspecto. Uno de los impactos de utilizar ciertos símbolos, tiene que ver con las relaciones con el otro. Por un lado, el más obvio, no todo el mundo va a dar el mismo significado exacto a los mismos símbolos, por lo que nunca estará de más ser explícito a la hora de hacer una interpretación simbólica con el fin de evitar mal entendidos. Por otro lado, hay que recordar que el significado que adquiere un símbolo proviene de la relación que una persona (o grupo de personas) tiene con ese objeto determinado. En ese orden de ideas, el trabajo que nosotros desempeñemos terminará por privilegiar ciertos significados y el uso de ciertos símbolos, lo que a su vez influirá en la forma en la que nos comportamos con los demás. Por esa razón me gustaría dejar al lector la pregunta abierta ¿con qué objetos se relaciona en su trabajo y cuáles de ellos se han convertido en símbolo para expresarse? ¿Qué tanto se está viendo reflejada la actitud y/o actividad que constituyen esos símbolos en su trato con los demás y con usted mismo?
Nicolás Vallejo
Mensaje de Tayari:
Este artículo hace parte de un experimento donde invitamos a personas de diferentes disciplinas a escribir sobre ellas y qué conocimiento buscan. Esperamos que este experimento crezca y se convierta en una especie de residencia de escritores. Queremos traer perspectivas frescas, ayudar a conectar ideas y que disfrutéis estas lecturas diferentes.
En nuestras organizaciones tenemos muchos símbolos que escenifican nuestras creencias y valores, y cada organización crea los suyos dependiendo de su cultura. ¿sabrías identificar alguno de ellos, que juegue un papel importante en tu empresa? Te esperamos en los comentarios.